14 de junio de 2009

VICIOS DEL LENGUAJE

Se entendienden como los factores que alteran el flujo normal de la experiencia comunicativa verbal. Sacrificando ligeramente el purismo conceptual de la RETÓRlCA (del griego "retor", retador; o sea, el alternante comunicacional) podríamos decir que, al referirnos a los vicios del lenguaje, indirectamente aludimos al opuesto de la Retórica; es decir, que los vicios vendrían a ser algo así como la contrarretóríca. A veces por simplismo, por negligencia o por miopía, se ha definido la Retórica como "el arte de embellecer la lengua". Efectivamente, es atribución de esta disciplina embellecer la comunicación verbal, pero, ni es la lengua el único objeto de estudio retórico (todos y cada uno de los distintos lenguajes constituye interés para la Retórica), ni es el embellecimiento la única finalidad del quehacer retórico, pues el enriquecimiento del discurso puede tanto embellecer el contenido como afearlo, sublimarlo o darle multitud de matices, que a fin de cuentas dan lugar a las ampliamente investigadas figuras retóricas. Concibamos pues la Retórica como la disciplina de la comunicación, que estudia y desarrolla los recursos poético-creativos de la persuasión. Esto es, busca el convencimiento de nuestra contraparte comunicacional mediante la adecuación del discurso a las necesidades contextuales y a las expectativas del receptor como parte integrante de una subcultura, con parámetros de conducta relativamente previsibles.Así, son nueve los vicios del lenguaje identificados por su asiduidad. No son los únicos, pero sí en los que se incurre con mayor frecuencia. Por su naturaleza, los vicios del lenguaje se dividen en tres grupos:

VICIOS PRAGMÁTICOS: Se llaman así porque surgen "sobre la marcha". Es decir, ocurren por el sólo hecho de emplear alguna forma lingüística fuera de la convención, por temporalidad. La forma gramatical puede ser correcta y el significado preciso, quedando los niveles sintáctico y semántica cubiertos, pero por la utilización de formas antiguas o inventadas la comunicación se obstaculiza. Son de dos tipos: arcaísmos y neologismos.

Arcaísmos.- Son todas aquellas palabras cuyo uso ha sido descontinuado del habla y la escritura cotidianas. Generalmente son sustituidas por nuevas palabras convencionalizadas, aunque también ocurre con frecuencia que desaparezcan cuando los objetos a que hacen referencia dejan de utilizarse. En virtud de las diferencias dialectales de una misma lengua, los arcaísmos pueden variar de un país, región o localidad a otros.Por ejemplo, en México, la segunda persona del plural en la forma vosotros es arcaica (vosotros, vuestro, tendréis, decíais, etc.), mientras en otras naciones hispanoparlantes no lo es. Otros ejemplos son la preposición cabe “junto a”(ojo, un ejemplo no válido es “cabe mencionar”, pues se refiere al verbo caber) y palabras como aguamanil (artilugio de limpieza personal hoy inexistente), azas (bastante), etc.

Neologismos.- Regularmente, las lenguas evolucionan de acuerdo con los avances literarios, científicos y tecnológicos, de tal suerte que, así como algunas palabras "envejecen", transformándose o muriendo, otras nuevas surgen para referirse a nuevos objetos o para suplir a formas antiguas. Esto es un proceso regular en el cual ocurren, sin embargo, alteraciones que deforman la lengua cuando se inventa o construye alguna palabra fuera de las convenciones y con pocas posibilidades de integrarse adecuadamente al sistema. Ello sucede si la palabra inventada se suma a otras que no van a ser sustituidas; o bien, si el "inventor" acuña construcciones lingüísticas bromistas o exageradamente localistas. Ejemplos: "Eso es enojante", "estoy stressado".

VICIOS SINTÁCTICOS: Este tipo de problemas es el que más afecta la comunicación lingüística, en la medida en que rompe directamente la estructura gramatical. Esto es, independientemente de que las palabras utilizadas correspondan al conjunto de la convención (que sean pragmáticmante apropiadas) y de que su sentido sea legible para el usuario (semánticamente útiles), el acomodo o posicionamiento que adoptan en los enunciados complican la temporalidad, la espacialidad, el ritmo y/o la armonía del conjunto.

Catacresis.- Sucede cuando se emplea una palabra por otra, que también existe, aunque con significado distinto. Su existencia puede implicar problemas de acentuación diacrítica. Existen abundantes ejemplos de catacresis, algunos de los cuales han sido descritos antes, cuando hablamos del acento diacrítico (ver), pero además tenemos otros como estos: Haya-halla-Aya-allá, vaya-valla-baya, perjuicios-prejuicios, vértice-vórtice, ha-ah-a, he-eh-e, oh-o-ó.

Solecismo.- Es de varias naturalezas:a) cuando en una frase "sobran" (decir, por ejemplo Debes de obedecer a tu papá, en vez de Debes obedecer a tu papá, recordando que ambas formas existen, pero con significados distintos) o "faltan" palabras (Voy ir, en vez de Voy a ir),b) cuando en una palabra “sobran" (trajistes, hicistes, pudistes, comprastes, etc., en vez de trajiste,hiciste, pudiste, compraste) o "faltan" letras (gasolinera en vez de gasolinería),c) cuando se emplea un dativo como acusativo (le vi en vez de lo vi o de la vi),d) cuando, sin justificación, se comprime el lenguaje (deja veo), o cuando se usan unos verbos por otros (no te hagas el occiso).

Monotonía.- En términos generales, la Monotonía es la carencia de un vocabulario suficiente para abordar una comunicación determinada. Por ejemplo: "Este, mmh, ¿sí?, ¿no?, o sea, pues, esto es, etc. De la Monotonía se desprenden algunas variantes como:a) queísmo (abuso de la palabra "que"-. "Quiero que le digas a tu mamá que si no viene a ver que comportamiento tienes, que no diga luego que no se lo advertí y que no pretenda que te demos la carta de buena conducta que te van a pedir para que entres a la secundaria'),b) cosismo (abuso de la palabra "cosa": "La comunicación es una cosa muy importante porque nos enseña cosas valiosas'),c) alguismo (abuso de la palabra "algo": "Tengo algo que contarte'),d) teveísmo (imitación del habla de la televisión: "¡Repámpanos, recórcholis! y otras expresiones que sin ser necesariamente incorrectas, son inusuales en un contexto determinado).

Pleonasmo.- Es la repetición, sin sentido, de un mismo concepto con palabras sinónimas o con frases análogas. Ejemplos: "Subir para arriba, bajar para abajo, salir para afuera, lapsos de tiempo, los problemas difíciles de una ciudad no tienen soluciones fáciles. Cacofonía.- Se refiere a la construcción de frases cuya estructura resulta desagradable a la escucha, por convención. Tanto molestan tantos tontos cuanto un solo tonto no tanto.

VICIOS SEMÁNTICOS: Son los que, aun sin alterar los órdenes pragmático o sintáctico, oscurecen el significado o lo atacan directamente mediante la inclusión de vocablos extraños con equivalencia en la lengua natural.

Anfibología.- Del griego Anfibolos, significa ambiguo o equívoco. Es el oscurecimiento del significado. Cuando una frase presenta problemas semánticos, se da lugar a dobles sentidos o a sentidos desfigurados que confunden al usuario. Luis va a casa de Paco en su coche (¿en el coche de quién?) Alejandro recomienda a Rafael a Octavio (¿a quién recomienda con quién?) Un hombre golpeó a otro con un martillo por mujeriego. Está detenido. (-¿quién está detenido y por qué?, ¿quién es el mujeriego?, quién tenía el martillo?) Murió de un infarto siendo enterrado en el jardín (¿qué pasó primero?) Leche de vaca pasteurizada (¿hay vacas pasteurizadas?) Medias para damas de seda (¿hay damas de algodón?) Dormía como bestia, sobre su vieja, estera San Francisco de Asís, en vez de Dormía como vestía, sobre su vieja estera: San Francisco de Asís.

Barbarismos.- Proveniente del latinismo "barbarum", la palabra bárbaro tiene dos acepciones: una que se refiere a lo bárbaro como extranjero (los romanos llamaban bárbaros a los pobladores fuera de su imperio) y otra que convierte el vocablo en sinónimo de salvaje (también los romanos consideraban que esos pueblos extranjeros eran salvajes, de tal forma que la doble acepción estaba asignada a los mismos individuos). De esta forma, tenemos dos clases de barbarismos: Barbarismos de importación (extranjerismos). Son todas aquellas palabras que siendo ajenas a la lengua natural se incorporan en la realización dialectal de alguna comunidad en vez de las formas idiomáticas correctas. Para el caso de México, los barbarismos de importación más destacados son los anglicismos, voces del inglés (particularmente el de los Estados Unidos) que sustituyen las voces hispanas injustificadamente: "oquei, bai, elit, omaigad, jai, gelou, maidir, restaurant, nais", etc.; los galicismos, voces francesas cuya intromisión es igualmente perniciosa: "debut, premier,avalancha, restorán, tualé, revancha", etc.; los italianismos-. "facha, bambineto, chao", etc. Barbarismos de expresión ("salvajismos"). Son aquellas palabras que teniendo su origen en la lengua natural, adoptan formas degenerativas. Tienen tres naturalezas distintas: palabras mal escritas: sanoria, juites, venites, desdendenantes, solidaridá, le'letricidá, l'otro, ocsesión, pecsi, picsa, ansina, etc.; palabras mal acentuadas: exámen, imágen, diferencía, distancía, financía, etc. y; expresiones defectuosas: qué onda, qué oso, chale, pos, ta´bien, on´toy, etc.
Estimados participantes: Se les recomienda leer el contenido y recuerden realizar el comentario.

FELIZ SEMANA!

13 de junio de 2009

EJERCICIO

La evaluación con respecto a la LECTURA, es realizar una paráfrasis de todo el contenido publicado de dicho tema. Enviar como comentario (de esta publicación) con un título que diga PARÁFRASIS; enviarlo antes del viernes, sino no será evaluado.
FELIZ FIN DE SEMANA.
Reduerden ir preparados la próxima semana.

6 de junio de 2009

PARA LA PRÓXIMA SEMANA VIERNES 12 DE JUNIO:

Entregar un trabajo escrito sobre PRODUCCIÓN DE TEXTOS ESCRITOS
El texto como unidad lingüística comunicativa.
Estructura global: formal: Introducción Desarrollo y conclusión. Semántica, léxico gramatical.
Propiedades: coherencia, cohesión, uso de relacionantes o conectivos, concordancia.
Tipología del texto u órdenes del discurso: argumentativo, expositivo, informativo, Narrativo, descriptivo, instruccional, Dialógicos.
Pasos para la producción textual: Planificación, producción, revisión.
Aspectos formales: Ortografía. Uso adecuado de mayúsculas. Uso adecuado de signos de puntuación.

  • Poner en práctica y respetar todo lo planteado en el contenido.
  • Entregar en carpeta tamaño carta, con los nombre del grupo rotulados en la portada.
    No extender a más de 6 páginas.
  • Realizarlo en parejas o tríos.
  • Revisa nuevamente el material de LA LECTURA, pues se agregó contenido. Se encuentra en publicación anterior a la de ESTRUCTURA DE UN PÁRRAFO.

1 de junio de 2009

ESTRUCTURA DE UN PÁRRAFO

PARRAFO

Definición
Parte de un escrito que se considera con unidad suficiente para poder separarlo mediante una pausa que se indica con el punto aparte o final y se inicia dejando un espacio llamado sangría.
Es una unidad del texto escrito en la cual se desarrolla determinada idea que presenta una información de manera organizada y coherente.

TIPOS DE PARRAFO

Normales
Son los párrafos más frecuentemente usados, se caracterizan por una sola idea temática, la cual se desarrolla mediante varias ideas secundarias.

De excepción
Son párrafos informativos que presentan ideas relacionadas sobre el mismo asunto.
2 casos:
Con dos ideas temáticas y sus respectivas ideas de desarrollo.
Una idea temática sin añadir ideas secundarias.

Funcionales
Son párrafos que no llevan idea temática, pero que coadyuvan al desarrollo de estas, pueden ser de varias clases:

Encabezamiento: Cumple la función de iniciar o introducir en el desarrollo de un tema.

Introductorios.

Enlace: Relaciona las diferentes ideas con las que vienen después.
Retrospectivos: Unen la información que ya e ha presentado.
Prospectivos: Anuncian nueva información.

Conclusión: Sirve para dar por terminado un escrito, en estos, con alguna ocasión, se hace un resumen de lo escrito.

Informativos:
Deductivos: Idea principal al inicio. Para su construcción se parte de una generalización para luego presentarse casos específicos. Ejemplo:“La mayoría de los adolescentes ha probado alguna vez bebidas alcohólicas, aunque la frecuencia de su consumo varía con la edad, el sexo, la religión, la clase social, el lugar de residencia y el país de origen. En los países no musulmanes, el alcohol es el narcótico psicoactivo más ampliamente ingerido, por encima de la marihuana. Un fenómeno delos años setenta ha sido el de la nivelación en el índice de consumo de alcohol entre los adolescentes de uno y otro sexo; así, mientras que unos y otros muestran un aumento continuo, en los últimos veinte años el crecimiento correspondiente a las chicas es mucho más acelerado”.

Inductivos: Idea principal al final. Se inicia con oraciones que expresan ideas secundarias para llegar a una generalización, o idea temática como una conclusión de lo que se ha afirmado. Ejemplo: “Comenzar por los hechos, luego describirlos y más tarde formular hipótesis y construir teorías para explicarlos; después deducir de ellas conclusiones particulares verificables; recurrir eventualmente a nuevas observaciones o a nuevos cálculos y contrastar sus conclusiones con estos resultados y finalmente, si se halla necesario, corregir sus conjeturas sin compasión: he aquí el severo carácter auto correctivo de la investigación científica”.

Cronológicos: Sucesión temporal de un evento. Ejemplo: “La aritmética es sin duda una de las más antiguas de las ciencias. Los de dos fueron para nuestros antepasados los primeros instrumentos de cálculo, a esto se debe la base decimal de numeración utilizada por los egipcios quienes tenían un signo particular para representar cada unidad. Los fenicios, los griegos y los hebreos, empleaban como signos matemáticos las letras de sus alfabetos. Los conocimientos matemáticos de los griegos pasaron a los árabes, quienes introdujeron a Europa. Pitágoras y los sabios griegos posteriores a él fueron los que crearon la aritmética de hoy”.

Comparación: Consiste en la expresión delas semejanzas o diferencias que existen entre dos objetos o fenómenos. Ejemplo: “Cartagena y Bogotá son dos ciudades colombianas. La primera está situada en la costa Atlántica, sobre el nivel del mar; posee un clima tropical refrescado por las brisas marinas; tiene gran atractivo turístico por sus reliquias históricas y por sus hermosas playas y paisajes. La segunda, está situada sobre la cordillera oriental, en la Sabana de Bogotá a una altura de 2700 metros sobre el nivel del mar; tiene una temperatura aproximada de 14 grados centígrados; en ella se mezclan los atractivos de los lugares coloniales con la arquitectura moderna propia de las ciudades de los países desarrollados.

De causa efecto: Presentan las causas que genera una situación y los resultados que ella produce. Ejemplo: “Muchas y muy variadas son las causas de la violencia colombiana; entre ellas podemos citar las siguientes; marcadas desigualdades sociales y económicas, bajo nivel de educación en la mayoría de la población, desempleo creciente, falta de unidad familiar, descomposición de la juventud por el abuso de la droga y pérdida de los valores tradicionales. Los efectos de esta situación son muy graves y pueden resumirse así: inestabilidad emocional del pueblo colombiano, parálisis del desarrollo industrial, desequilibrio de la economía, incertidumbre y desorientación de los jóvenes e imposibilidad creciente para salir del subdesarrollo.”

Propósito:
Expositivo: Expresa una idea, u problema o un fenómeno.
Argumentativo: Presenta una idea para convencer.
Narrativo: Comenta un episodio.


COMO ESCRIBIR UN BUEN PARRAFO

Escoge un tema sobre el cual escribir.
Escribe una buena oración principal.
Para sustentarla, busca los detalles apropiados.
Desecha los detalles irrelevantes.
Construye y enlaza las oraciones coherentemente.
Concluye con una oración apropiada.
Revisa y corrige.

Para esto pregúntese:
¿Desarrollo de ideas centrales?
¿Hay oración principal?
¿Concuerdan las partes de las oraciones?
¿Las oraciones están adecuadamente separadas por signos de puntuación?
¿Las palabras son apropiadas?
¿Se refleja en el párrafo las ideas que tenía que expresar?
¿Se tiene correcta la ortografía?


Organización de las ideas en un párrafo.

En la escritura los párrafos vienen indicados por el uso del punto y aparte. Pueden estar constituidos por una sola frase, pero en general incluyen varias frases u oraciones completas. Lo esencial del párrafo es que todo él gira alrededor de una idea, en general es así, aunque pueden presentarse algunas excepciones.
Al enfrentarnos a un párrafo lo primero que debemos hacer es considerarlo como una unidad de pensamiento. A través de las distintas palabras y frases que lo componen debemos estar pendientes de encontrar cuanto antes la idea básica, fundamental, que el autor nos ha querido comunicar.


La Idea Principal

La idea o frase principal, normalmente viene expresada en una de las frases del párrafo y alrededor de ella de una manera natural y lógica se agrupan las otras frases para ampliar, concretar o presentar diversos aspectos referentes a la idea central.
La habilidad del lector consiste en descubrir de un modo rápido y seguro cuál es la idea central y la frase que la representa.
No siempre la idea central está colocada al principio del párrafo, pues puede encontrarse en medio o al final del mismo.

Ubicación de la idea o Frase Principal.

- Al inicio del párrafo: su lectura es más fácil, no hay que esforzarse en buscarla a través de todo el párrafo. A la luz de esa idea se pueden leer las demás frases con gran rapidez y facilidad de comprensión, pues las otras ideas confirman o explanan lo que se ha dicho en primer término.

- Al final del párrafo: el lector encontrará que ella viene a ser como la afirmación definitiva o la conclusión general de todo el párrafo y las otras frases lo que hacen es preparar el terreno por medio de consideraciones y afirmaciones parciales que apuntan, progresivamente, hacia la conclusión final. Es como una maduración interna del pensamiento, que llegado el momento oportuno, puede ya expresarse de un modo pleno y total. El lector debe estar con su mente alerta y a la espera de que aparezca una frase crucial que resumirá y complementará todo el esfuerzo precedente, dándole su pleno sentido y significado.

- En el medio del párrafo: el pensamiento estará desarrollado, en general, a manera de un movimiento pendular, pues la primera parte del párrafo será un preámbulo o una preparación que culminará con la aparición de la idea central. La segunda parte será una prolongación de esta idea a modo de aclaraciones, confirmaciones o consecuencias.

Algunos párrafos no contienen más que una idea y una sola frase, pero la mayoría de los párrafos están compuestos por un conjunto de diversas frases. Ya hemos explicado que la frase principal es la que suele expresar la idea del autor de un modo más claro y total que el resto, contiene la idea central del párrafo.
Cuando se localiza la frase principal nos ponemos en posesión del núcleo central del párrafo, es captar de inmediato su esencia misma, nos da la posibilidad de comprender acertadamente el valor y alcance de las diversas partes complementarias que lo integran.

Las ideas o frases secundarias.
Son aquellas que sirven al autor para explanar de un modo más detallado todos los aspectos e implicaciones que éste tiene en la mente cuando escribe la frase principal. Para perfeccionar el modo de leer cada párrafo es muy útil tener una idea clara, para poder entonces obtener las demás frases del párrafo, las frases secundarias, que pueden ir ampliando, desarrollando o matizando la idea expuesta en la frase principal.

Maneras de explanar la idea central a través de las secundarias:
1.- Por repetición: Se mantiene el mismo contenido de la frase principal, variando simplemente las palabras. Se establece la idea central en la primera frase y se suele terminar con otra frase semejante a la primera, en la que, a modo de conclusión, se vuelve a repetir la idea fundamental. También éste tipo de frases se pueden encontrar en cualquier otra parte del párrafo.

2.- Por contraste: Estas frases son muy eficaces para resaltar la idea central. El autor quiere impresionarnos y dejar bien claro cuál es su verdadero pensamiento, indicando y rechazando de plano lo que no es su pensamiento.

3.- Por ejemplificación: Los ejemplos sirven para hacer comprender el alcance de la idea principal a través de casos y aplicaciones concretas. Los ejemplos pueden pasarse por alto cuando existe una verdadera comprensión de la idea central, pero en la práctica, los ejemplos son las mejores ayudas para llegar a comprender de verdad lo que iba implicado en la afirmación general.

4.- Por justificación: Este tipo de frases contiene razones o argumentos que apoyan la afirmación establecida en la frase principal. Ayudan a su mejor comprensión, en el sentido de que una idea se siente más profundamente en la medida que conocemos mejor cuáles son los fundamentos lógicos o racionales que le sostienen y apoyan.

Localización de la frase principal
Para localizar con mayor facilidad la frase principal, se puede aplicar la siguiente técnica:

1.- Lo que se debe observar primero es cuál es la palabra que más se repite y que domina todo el párrafo. Esta palabra representará un objeto, una persona o una cualidad, algo en torno a lo cual gira toda la exposición. Algunas veces, el autor no siempre utiliza la misma palabra sino sinónimos o, en algunas frases, emplea pronombres. Lo importante es darse cuenta de que en todos esos casos se está refiriendo siempre a la misma idea, al mismo objeto.

2.- Después de localizar esta palabra nos encontramos en condiciones de ubicar la frase central del párrafo. En general, todas las frases tendrán alguna relación con la palabra clave, pues todo el párrafo gira alrededor de la misma. Pero la cualidad básica de la frase principal es siempre su carácter global o de inclusividad. En cierto modo, ella encierra en sí misma todo lo que se expone en las demás frases.

3.- La frase principal será, pues, aquella donde se establece la afirmación más amplia, más general y que puede considerarse como el resumen de todas las demás.

Comprobación de la frase principal.
Para asegurarse de que la elección ha sido correcta existen dos medios de ayuda:

1.- Suprimir la frase principal: al hacerlo se notará que el párrafo queda truncado o incompleto; no aparece claro el significado del mismo como conjunto. Mientras que si se suprime una frase secundaria, apenas variará el sentido general.

2.- Leer una por una las restantes frases del párrafo y, antes o después de cada una, repetir de nuevo la frase principal. Si la elección fue acertada veremos como cada una de las frases se relaciona de un modo natural con la frase central, formando ambas un todo bien lógico y coherente.

ESTIMADOS PARTICIPANTES: se les recomienda leer el contenido, la próxima clase 05 de junio de 2009, se realizarán ejercicios; recuerden enviar comentarios.

LA LECTURA

La enseñanza de la comprensión lectora

De acuerdo con María Eugenia Dubois, (1991) si se observan los estudios sobre lectura que se han publicado en los últimos cincuenta años, podemos darnos cuenta de que existen tres concepciones teóricas en torno al proceso de la lectura. La primera, que predominó hasta los años sesenta aproximadamente, concibe la lectura como un conjunto de habilidades o como una mera transferencia de información. La segunda, considera que la lectura es el producto de la interacción entre el pensamiento y el lenguaje. Mientras que la tercera concibe la lectura como un proceso de transacción entre el lector y el texto.

La lectura como conjunto de habilidades o como transferencia de información
Esta teoría supone el conocimiento de las palabras como el primer nivel de la lectura, seguido de un segundo nivel que es la comprensión y un tercer nivel que es el de la evaluación. La comprensión se considera compuesta de diversos subniveles: la comprensión o habilidad para comprender explícitamente lo dicho en el texto, la inferencia o habilidad para comprender lo que está implícito y la lectura crítica o habilidad para evaluar la calidad de texto, las ideas y el propósito del autor. De acuerdo con esta concepción, el lector comprende un texto cuando es capaz precisamente de extraer el significado que el mismo texto le ofrece.
Esto implica reconocer que el sentido del texto está en las palabras y oraciones que lo componen y que el papel del lector consiste en descubrirlo.

La lectura como un proceso interactivo
Los avances de la psicolingüística y la psicología cognitiva a finales de la década del setenta retaron la teoría de la lectura como un conjunto de habilidades. A partir de este momento surge la teoría interactiva dentro de la cual se destacan el modelo psicolingüístico y la teoría del esquema. Esta teoría postula que los lectores utilizan sus conocimientos previos para interactuar con el texto y construir significado.

La lectura como proceso transaccional
Esta teoría viene del campo de la literatura y fue desarrollada por Louise Rosenblatt en 1978 en su libro "The reader, the text, the poem". Rosenblatt adoptó el término transacción para indicar la relación doble, recíproca que se da entre el cognoscente y lo conocido. Su interés era hacer hincapié en el proceso recíproco que ocurre entre el lector y el texto (Dubois, 1991). Dice Rosenblatt al respecto: "Mi punto de vista del proceso de lectura como transaccional afirma que la obra literaria ocurre en la relación recíproca entre el lector y el texto. Llamo a esta relación una transacción a fin de enfatizar el circuito dinámico, fluido, el proceso recíproco en el tiempo, la interfusión del lector y el texto en una síntesis única que constituye el significado ya se trate de un informe científico o de un "poema" (Rosenblatt, 1985, p.67).

El proceso de la lectura
El proceso de la lectura es uno interno, inconsciente, del que no tenemos prueba hasta que nuestras predicciones no se cumplen; es decir, hasta que comprobamos que en el texto no está lo que esperamos leer. (Solé, 1994) Este proceso debe asegurar que el lector comprende el texto y que puede ir construyendo ideas sobre el contenido extrayendo de él aquello que le interesa. Esto sólo puede hacerlo mediante una lectura individual, precisa, que le permita avanzar y retroceder, que le permita detenerse, pensar, recapitular, relacionar la información nueva con el conocimiento previo que posee. Además deberá tener la oportunidad de plantearse preguntas, decidir qué es lo importante y qué es secundario .Solé (1994), divide el proceso en tres subprocesos a saber: antes de la lectura, durante la lectura y después de la lectura. Existe un consenso entre todos los investigadores sobre las actividades que los lectores llevan a cabo en cada uno de ellos. Solé recomienda que cuando uno inicia una lectura se acostumbre a contestar las siguientes preguntas en cada uno de las etapas del proceso.

Antes de la lectura
¿Para qué voy a leer? (Determinar los objetivos de la lectura)
1. Para aprender.
2. Para presentar un ponencia.
3. Para practicar la lectura en voz alta.
4. Para obtener información precisa.
5. Para seguir instrucciones.
6. Para revisar un escrito.
7. Por placer.
8. Para demostrar que se ha comprendido.
¿Qué sé de este texto? (Activar el conocimiento previo)
¿De qué trata este texto?, ¿Qué me dice su estructura? (Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto)

Durante la lectura
1. Formular hipótesis y hacer predicciones sobre el texto.
2. Formular preguntas sobre lo leído.
3. Aclarar posibles dudas acerca del texto.
4. Resumir el texto.
5. Releer partes confusas.
6. Consultar el diccionario.
7. Pensar en voz alta para asegurar la comprensión.
8. Crear imágenes mentales para visualizar descripciones vagas.

Después de la lectura
1. Hacer resúmenes.
2. Formular y responder preguntas.
3. Recontar.
4. Utilizar organizadores gráficos.

Pearson, Roehler, Dole y Duffy (1992) afirman que el concepto de comprensión basado en la teoría del esquema ha sido la base de la mayor parte de su trabajo sobre el proceso de comprensión que utilizan los lectores competentes o expertos, los factores que separan los expertos de los principiantes y los métodos que utilizan los docentes para promover o mejorar la comprensión. Sus investigaciones han demostrado que los lectores competentes poseen unas características bien definidas. Éstas son:
1. Utilizan el conocimiento previo para darle sentido a la lectura.Pearson et al (1992) afirman que las investigaciones que se han realizado con adultos, niños, lectores competentes y lectores en formación arrojan la misma conclusión: la información nueva se aprende y se recuerda mejor cuando se integra con el conocimiento relevante previamente adquirido o con los esquemas existentes.
2. Monitorean su comprensión durante todo el proceso de la lecturaMonitorear es un mecanismo primario que utilizan los lectores para lograr el sentido de lo que leen. Siempre hemos sabido que los buenos lectores son más cuidadosos en su lectura que los que no lo son. Que también son más conscientes de cuán bien o cuán mal están leyendo y utilizan diversas estrategias para corregir sus errores de lectura una vez se dan cuenta de la situaciónLa evidencia presentada en las investigaciones que se han llevado a cabo indican que el monitoreo de la comprensión es lo que distingue al lector competente, del que no lo es. Otra característica del lector competente relacionada con la función de monitorear es que éste corrige y regula la comprensión del texto tan pronto detecta que hay problemas.
3. Toman los pasos necesarios para corregir los errores de comprensión una vez se dan cuenta que han interpretado mal lo leído.Los buenos lectores saben lo que hay que hacer tan pronto se dan cuenta que no entienden lo que están leyendo. Cuando la lectura es difícil dedican más tiempo a la misma, contrario a los menos competentes o con déficit que dedican el mismo tiempo a la lectura independientemente de su nivel de complejidad. Otra estrategia que utilizan los lectores competentes es que están dispuestos a volver al texto para resolver cualquier problema de comprensión.
4. Pueden distinguir lo importante en los textos que leen.Determinar qué es importante en una lectura es fundamental en el proceso de comprensión. ¿Cómo se diferencia lo importante de lo que no lo es? Williams (1986,b); Tierney y Cunningham (1984) y Winograd y Bridge (1986) hacen una distinción entre lo que es importante para el autor y lo que es importante para el lector. Los lectores determinan lo que es importante para ellos dependiendo del propósito de su lectura (Pchert y Anderson, 1977).
5. Resumen la información cuando leen.Muchos estudios confirman la utilidad de resumir como una estrategia de estudio y de comprensión de lectura.
6. Hacen inferencias constantemente durante y después de la lectura.Uno de los hallazgos más comunes en los investigadores que estudian el proceso de comprensión lectora es que el hacer inferencias es esencial para la comprensión (Anderson y Pearson, 1984).
7. Preguntan.

Este proceso de generar preguntas, sobre todo las que estimulan los niveles superiores del conocimiento, llevan a niveles más profundos del conocimiento del texto y de este modo mejora la comprensión y el aprendizaje (Andre y Anderson, 1979).
El uso autónomo y eficaz de las estrategias de comprensión que acabamos de mencionar va a permitir a los estudiantes:
1. Extraer el significado del texto completo o de las diferentes partes que lo componen.
2. Saber dirigir su lectura avanzando o retrocediendo en el texto para adecuarlo al ritmo y las capacidades necesarias para leer correctamente.
3. Conectar los nuevos conceptos con los conocimientos previos para así poder incorporarlos a sus esquemas. (Serra Capallera y Oller Barnada, 1977).

PARÁFRASIS

La paráfrasis consiste en una explicación o en la interpretación de un texto con palabras propias para hacerlo más comprensible. Se puede dar el caso que se utilicen algunas ideas de un autor y agregar otras personales.
Esta herramienta la podemos emplear para resumir el contenido de una exposición o cuando las ideas de un autor no están muy claras, en este caso específico se utiliza la paráfrasis para elaborar una redacción propia de acuerdo a nuestro estilo particular de escritura.
El ejercicio de esta habilidad de lectura es bastante útil para fijar los conocimientos, hacer resúmenes, escribir ensayos, pero también puede darse el caso de que se pongan en tela de juicio sus apreciaciones, y puedan interpretarse como un plagio de las ideas de un autor.
Plagiar es copiar textualmente las ideas, puntos de vista, apreciaciones, expresiones de un autor, haciéndolas pasar por propias, sin reconocer su tutoría. En consecuencia, te recomendamos que al parafrasear no alteres las ideas originales del texto que leíste o de una exposición a la que asististe, pues se podrían generar errores de interpretación y esto cambiaría por completo el sentido de lo que quieres expresar
Te recomendamos organizar un plan de acción a la hora de realizar una paráfrasis, por ejemplo: Lee varias veces el texto que desees parafrasear, escribe un esquema o borrador, comprueba que las expresiones utilizadas plasmen los puntos de vista del autor; manteniendo así el sentido del contenido original del texto y por último, comienza a escribir tu paráfrasis. Un ejemplo de paráfrasis es el siguiente:

Texto original Aquel ósculo dejó impávida a la joven mientas que su admirador quedó estupefacto. La utópica empresa de aquel adolescente se había consolidado: pudo llegar a rozar el rostro de su amada.

Texto parafraseado En el texto se plantea un encuentro en el que una joven queda serena, libre de pavor, ante un beso en el rostro que le da un tímido adolescente inocentemente enamorado. También se refleja en el escrito la actitud del joven ante su hazaña.
Por medio de la paráfrasis, puedes apropiarte de nuevas ideas y nuevos conocimientos para expresarlos con tus propias palabras.


LA INFERENCIA

Uno de los recuerdos más hermosos que tengo de cuando era niño se relaciona con mi curiosidad natural para indagar más allá de lo que se veía en las cosas del mundo. Recuerdo que una de mis compañeras de juego y exploradora del universo al igual que yo, tenía una pantalla a la que se le daba cuerda y proyectaba al compás de unas canción, una hermosa historia en imágenes. Sin dudarlo, nos pusimos de acuerdo y abrimos la pantalla para liberar a los hermosos personajes de aquella historia para que compartieran abiertamente con nosotros y para verlos más de cerca. Lamentablemente, el misterio se rompió al igual que el hermoso televisor de mi entrañable amiga.
Desde pequeños, miramos las cosas y tratamos de descubrir qué se esconde más allá de ellas. Descubrir lo que se encuentra detrás del umbral es un asunto complicado del pensamiento que se va desarrollando poco a poco a medida que profundizamos en nuestras experiencias de exploradores.
Mucho más allá de “saber por saber” que se esconde detrás de algún objeto o hecho del mundo, el gusto se encuentra en el reto de dar con la respuesta; en la posibilidad que tiene uno como niño o aprendiz de superar sus propias expectativas y descubrir la solución o hallar la esencia de aquello que nadie te dice o que nadie te quiere decir. El hallazgo es similar al de encontrar un tesoro enterrado.
El mundo nos da indicios y nosotros inferimos, pensamos qué sucederá o deducimos las razones que generaron un determinado efecto; por lo tanto, la inferencia es parte de nuestro pensamiento desde que comenzamos a develar lo que el mundo nos ofrece.
Se infieren intenciones, deseos, curiosidades, senti­mientos ocultos. Se infieren también contenidos y mensajes que subyacen por debajo de la tinta, escondidos en los poros del papel de las historias que leemos.
Un factor importante para promover la inferencia como estrategia de lectura en el aula, desde los primeros años de escolaridad, es la libertad de pensamiento y el respeto por la diversidad de posibilidades que se encuentran en el mundo del estudiante.
Particularmente, pienso que inferir es un derecho. Si se infiere y se llega a una conclusión, la justificación y las razones surgen a flor de piel. Además de impulsar la comprensión de la lectura, la inferencia refuerza las competencias para el desarrollo de discursos argumentativos, componente esencial en el desenvolvimiento y desarrollo del ser en un contexto de altos niveles de competitividad.
Por eso, si deseas promover la inferencia como estrategia de autoaprendizaje, debes tomar en cuenta que inferir implica afrontar una serie de riesgos; entre ellos, el desacierto. Es así que el nivel de confianza que tenga el lector acerca de su capacidad para comprender el mensaje puede resultar una limitante o una fortaleza. Todo depende de la concepción de su mediador y de la capacidad de “darse cuenta” del lector que se forma con la práctica.
Muchas veces, las respuestas de nuestros alumnos pueden parecernos inadecuadas a primera vista; pero si prestamos atención a la lógica del niño, la sabiduría que encierran dentro de sí puede reducir la nuestra a polvo en milésimas de segundo.
Después de haber ensayado con el juguete de mi mejor amiga, pude inferir que si rompía el televisor de mi casa (proyecto que tenía en mente desde hacía tiempo) no obtendría en resultado que esperaba. ¿No es acaso el aprendizaje cuestión de experiencia e integración de nuevas informaciones al mundo interior de cada uno? Si eres estudiante, padre o maestro…. Piensa en eso.

ANTICIPACIÓN

La anticipación es una capacidad básica de la comprensión. El éxito de una lectura depende en buena parte de todo lo que hayamos podido prever antes de leerla: de la información previa que poseemos y podemos activar, de la motivación para leer, de las expectativas que nos hemos planteado sobre el texto. (Cassany, D. 1994).
Partiendo de este concepto te invitamos a pensar en lo que haces cotidianamente antes de iniciar la lectura del artículo de una revista, del periódico o un cuento. Es posible que cuando leas el título y aprecies las fotografías puedas descubrir de qué se trata el texto y éstas permitan que te adelantes al contenido del escrito.
Seguramente lo que pensaste no era lo correcto en relación al contenido, razón por la que después te corresponde comprobar mientras vas leyendo si son ciertas o no.
Por lo tanto, anticipar es: predecir el contenido de lo que vas a leer o de lo que estas leyendo. Puedes realizarlas, a partir de las ilustraciones del texto, después de leer el título del material o después de leer el primer párrafo.
También es conveniente plantearse preguntas como por ejemplo: ¿Qué significa el título?, ¿De qué tratará el escrito?, ¿Significará otra cosa?, ¿Qué tipo de texto será?, etc. Este tipo de preguntas estimulan el pensamiento y la producción de ideas.
Observa lo siguiente donde se sintetizan las acciones iniciales del lector cuando aborda un texto con intención de comprender su contenido y asumir una posición crítica. Como puedes observar, la anticipación es de mucha utilidad en la fase de formulación de preguntas mediadoras que orientan el proceso de lectura activa.

ACCIONES DEL LECTOR
Evaluación inicial del texto
¿CÓMO?

Consiste en una evaluación global del texto:
Leer los datos de identificación general del texto (Autor, fecha, editorial que lo promueve y otros datos de origen)
Inspeccionar los auxiliares visuales del texto (dibujos, gráficos, palabras re­salta­das...)
Realizar una prelectura (Revisión rápida del tema) Lectura de títulos o subtítulos. Determinar el género del texto por medio de hipótesis.

¿PARA QUÉ?
La visión general, sirve para centrar la atención del lector y para activar los conoci­mientos previos que éste tiene relaciona­dos con el te­ma del texto; así el lector podrá realizar transferencias y generar hipótesis de lectu­ra por medio de la antici­pación.

Preguntas mediadoras
¿CÓMO?

Una evaluación inicial completa conlleva a la formulación de interrogantes.
Las preguntas no deben hacerse para ser contestadas en forma de cuestio­narios. Sencillamente, el lector realiza una lista de preguntas que internamente le servirán de guía para la lectura. El lector no debe limitar su lectura sola­mente a las res­puestas de estas pre­guntas, simple­mente las interrogantes le servirán de guía para elaborar anticipa­ciones, inferen­cias e hi­pó­tesis posterio­res de la lectura.

¿PARA QUÉ?
La formulación de interro­gantes sirve para guiar el proceso de lectura, con­lleva a la realización de hipótesis, inferencias y an­ticipaciones. El lector bus­cará durante el proceso, comprobar lo que ha pen­sado previamente o reaco­modar la información para darle significado.

Antes de iniciar la lectura del posible texto relacionado con esta oración, el lector puede imaginar sucesos, plantearse preguntas, proponer situaciones hipotéticas producto de su creatividad. Posteriormente, cuando lea irá comprobando si sus pensamientos e ideas iniciales eran acertadas o no.

Puedes hacer anticipaciones mientras vas leyendo; esto te permitirá reflexionar sobre las ideas expresadas en el texto


CONOCIMIENTOS PREVIOS

Al inicio de un nuevo aprendizaje, se hace siempre a partir de una serie de conceptos, concepciones, representaciones y conocimientos adquiridos en el transcurso de experiencias anteriores, que se utilizan como instrumentos de lectura e interpretación y determinan qué clase de informaciones se seleccionarán, cómo se organizarán y qué tipo de relaciones se podrán establecer entre ellas.
Gracias a lo que ya se sabe con anterioridad, se puede abordar la toma de contacto con el nuevo contenido, atribuyéndole un primer nivel de significado y sentido, antes de comenzar el proceso de aprendizaje del mismo.
Los conocimientos previos no sólo permiten contactar inicialmente con el nuevo contenido que debe aprenderse, sino que además constituyen los fundamentos de la construcción de los nuevos significados. Un aprendizaje es tanto más significativo –y, en consecuencia de mayor calidad– cuantas más relaciones con sentido se es capaz de establecer, entre lo que ya se conoce con anterioridad y los nuevos contenidos o conceptos que se presentan como objeto de aprendizaje.

ESQUEMAS DE CONOCIMIENTO

Es la representación que posee una persona en un momento determinado de su vida sobre una parcela de la realidad. Cada ser humano posee una cantidad variable de esquemas de conocimiento; no todas las personas a lo largo de su vida adquieren los mismos, todo depende del contexto de su experiencia vital. Estos esquemas, son asimilados para formar distintas representaciones sobre aspectos de la realidad; no sólo se caracterizan por la cantidad de conocimientos que contienen, sino también por el nivel de organización interna; es decir, por las relaciones que se establecen entre los conocimientos que se integran en un mismo esquema y el grado de coherencia interna.


CRITERIOS DE SELECCIÓN DE LOS CONOCIMIENTOS PREVIOS

Cuando quieres adquirir un nuevo aprendizaje, lo primero que debes hacer es acudir a los conocimientos previos que tienes de ese nuevo contenido; para efectuar una selección de tus conocimientos, hay que centrarlos en dos criterios básicos:
§ Contenido del nuevo aprendizaje; por ejemplo, si pretendes conocer cuáles han sido los cambios en los medios de comunicación durante los últimos tiempos, sería bueno indagar sobre: ¿qué entiendes por medio de comunicación?, ¿qué tipos de medios de comunicación existen?, ¿cuál es tu experiencia personal?
§ Objetivos concretos que buscas con el contenido que vas aprender; continuando con el ejemplo anterior, puedes plantearte objetivos como: establecer una relación entre los cambios experimentados por los medios de comunicación en los últimos tiempos y los cambios tecnológicos; o limitarte a establecer cuáles han sido esos cambios desde una perspectiva externa.
Uno de los principales factores que influyen en el aprendizaje es lo que ya sabes con anterioridad


GENERALIZACIÓN

Entre los procesos que garantizan la comprensión de la lectura, figura la generalización como mecanismo central que permite transferir los conocimientos adquiridos a partir del encuentro con un texto y su significado a otros contextos y otras situaciones similares.
Este proceso de transferibilidad de la información concuerda directamente con la naturaleza misma del pensamiento y constituye un complejo sistema en el que intervienen estilos de aprendizaje, esquemas de conocimiento así como los conocimientos previos del aprendiz-lector.
Generalizar, además de constituir un mecanismo de supervivencia en el contexto de la vida cotidiana de los seres humanos, permite la configuración de esquemas de pensamiento útiles para comprender la utilidad de modelos, para dar sentido a ejemplos propuestos y para buscar la significación de los contenidos de alguna lectura a la realidad o al contexto inmediato de quien lee.
En conclusión, la generalización es una estrategia de pensamiento perfectamente aplicable a la lectura, consiste en abstraer lo que es característico de muchos elementos, permitiendo que se pueda formar un concepto único que los incluya a todos. Este ejercicio se basa en el análisis y comparación, requiere de mucha atención, para que no se deje por fuera ninguna característica esencial de cada elemento.
Es preciso estar seguro de que se ha comprobado con exactitud lo que se manifiesta. Se recomienda emplear expresiones que no totalicen, como por ejemplo: por lo general, casi siempre, muchas veces, frecuentemente, para evitar afirmaciones carentes de fundamento.
La generalización una estrategia de pensamiento perfectamente aplicable a la lectura.
Se resumen las acciones iniciales del lector cuando ya ha leído activamente un texto con intención de comprender su contenido y asumir una posición crítica. Observarás que la generalización, constituye una fase final en la que emergen planteamientos e ideas como resultado del proceso de lectura activa.

ACCIONES DEL LECTOR
Producción
¿CÓMO?

Determinadas las macro estructuras esenciales del texto y su organi­zación interna, el lector procederá a organizarlas en un resumen analítico en el que sintetice todo el proceso experimentado, puede realizar co­mentarios, ampliar conceptos esen­ciales, hacer críticas y contrastar puntos de vista.
¿PARA QUÉ?
Esta fase permite la internali­zación del contenido y la com­prensión del texto. Pueden ge­neralizar los nuevos conocimien­tos y transferirlos a otros contex­tos.

Consolidación
¿CÓMO?
Los repasos se deben planificar en intervalos continuos. Es conve­niente realizar una relectura del texto y una revisión del resumen es­crito, porque generalmente se ob­vian fragmentos esenciales impor­tantes y se pueden insertar perfec­tamente en la fase de repaso.

¿PARA QUÉ?
El repaso, sirve para consolidar los conocimientos sistematizados durante el proceso y para reafir­mar el proceso de revisión que en toda escritura se debe cum­plir. Este proceso da solidez a la generalización.
Para ilustrar el proceso de generalización, puede proponerse el siguiente ejemplo:
Una vez un hábil comerciante, con la intención de incrementar sus ventas, publicó un volante que decía:
“Gané al comprar en la Tienda de José. Todo me salió gratis por su promoción aniversario y, además, gracias a un sorteo que realizan al salir de la tienda, pude ganar un carro "cero kilómetro”.
Esa semana, el comerciante vendió todo cuanto tenía, quizás por la significativa capacidad de generalizar de los clientes y vecinos. Parte de rumor, parte de proceso mental. Sea lo que fuere, su estrategia fue efectiva y eficaz.
Puedes hacer generalizaciones durante la lectura o al culminar el texto; esto te permitirá aplicar los nuevos conocimientos a contextos y situaciones similares.

LA COHESIÓN Y LA COHERENCIA

LAS RELACIONES TEXTUALES DE COHESIÓN Y DE COHERENCIA:
La cohesión y la coherencia son dos propiedades estrechamente ligadas con la comprensión y la producción de textos. Pero es preciso establecer con claridad la distinción entre estos dos conceptos.
Ya se ha afirmado que todo texto es una unidad semántica que consta de dos planos o estructuras: un plano del contenido y un plano de la forma o expresión. La primera estructura es un proceso de pensamiento y está constituida por la organización lógica de las ideas o proposiciones. Conforma la estructura profunda. La segunda estructura es la expresión lingüística de ese pensamiento previamente organizado. Para esta expresión lingüística del pensamiento, nos valemos de oraciones. Esta segunda estructura conforma, entonces, la estructura superficial.
Lo siguiente puede ilustrarnos mejor la diferencia entre estas nociones:

COHERENCIA
1.- PLANO DEL CONTENIDO
2.- ESTRUCTURA PROFUNDA
3.- COMPONENTE
4.- SEMÁNTICO:MACROESTRUCTURA SEMÁNTICA
5.- PROPOSICIONES

COHESIÓN
1.- PLANO DE LA FORMA O EXPRESIÓN
2.- ESTRUCTURA SUPERFICIAL
3.- COMPONENTE SINTÁCTICO Y LÉXICO-SEMÁNTICO:
4.- MACROESTRUCTURA FORMAL
5.- FRASES


Las relaciones textuales de coherencia son de naturaleza semántica y nos remiten al significado global del texto. Las relaciones textuales de cohesión son de naturaleza sintáctica y léxico-semántica. Se establecen entre palabras y oraciones de un texto para dotarlo de unidad. Un texto altamente cohesivo siempre será más comprensible que otro que no lo sea tanto.

LA COHESIÓN:
Las relaciones de cohesión que se establecen a través del texto, dan cuenta de la manera como la información vieja se relaciona con la información nueva para establecer una continuidad discursiva significativa.
Es un factor textual tan importante en la lectura como en la escritura. Se le ha relacionado con el éxito en la comprensión de lectura, con la capacidad de resumir y de recordar textos, y con el procesamiento de la información.
Cualquier discusión sobre la cohesión y sus relaciones con la lectura y la escritura debe comenzar, naturalmente, por una definición de este término. Sin embargo, dicha definición no es tan fácil como parece. Con frecuencia, la cohesión ha sido mal definida y empleada sin precisión. Incluso, algunos autores utilizan otras etiquetas para referirse a ella.
Muchos lingüistas ven la cohesión como un aspecto de la coherencia, y sostienen que la cohesión se refiere a los medios lingüísticos a través de los cuales la coherencia se despliega en la estructura superficial, en tanto que la coherencia es la vinculación de los significados en la estructura profunda del texto. Pero en lo que todos los autores sí tienden a estar de acuerdo es en que la cohesión y la coherencia están estrechamente ligadas e interactúan.
Alvaro Díaz (1995: 38) afirma que “la cohesión se refiere al modo como los componentes de la estructura superficial de un texto están íntimamente conectados con la secuencia”. Esto quiere decir que la cohesión es una propiedad de carácter sintáctico, descansa sobre relaciones gramaticales o léxico-semánticas. Tiene que ver con la manera como las palabras, las oraciones y sus partes se combinan para asegurar un desarrollo proposicional y poder conformar así una unidad conceptual: un texto escrito. Para Bustos Gisbert (1996: 32), la cohesión hace referencia tanto a la organización estructural de la información como a los mecanismos existentes para jerarquizarla.

PRINCIPALES MECANISMOS DE COHESIÓN:
1. La referencia:
Este mecanismo de cohesión establece una relación entre un elemento del texto y otro u otros que están presentes en el mismo texto o en el contexto situacional. La identificación de los referentes es un aspecto muy importante en la comprensión de los textos, ya que incide en forma directa en el procesamiento de la información. La referencia textual puede ser de dos clases:

2. La sustitución: La sustitución de un elemento léxico por otro (o por una expresión), es un mecanismo que nos indica que se ha establecido dentro del texto una relación semántica entre el término sustituido y el sustituto. Se busca así evitar la repetición de un mismo elemento. La sustitución es una relación de tipo anafórico y puede realizarse de dos maneras diferentes: sustitución sinonímica o sustitución por medio de proformas.

3. La elipsis: Esta forma de cohesión consiste en suprimir la información que está sobreentendida, y que, por lo tanto, el lector puede inferir sin ningún inconveniente. Podemos decir que la elipsis es una manera de sustituir un referente (término elidido) por un elemento cero (Ø). Sirve como mecanismo de economía y de estilo.

4. Los conectivos: También llamados conectores, relaciones conjuntivas o expresiones de transición. Sirven para establecer relaciones lógicas entre las oraciones de un texto. Expresan determinados sentidos y presuponen la existencia de otros elementos. Se suelen definir como un conjunto de indicadores de texto que le permiten al lector anticiparse al sentido en que el escritor manejará la siguiente idea. Los conectivos textuales pueden ser adverbios, locuciones adverbiales, conjunciones, preposiciones y frases conjuntivas, preposicionales o nominales.


Pensar claro, hablar claro
Si la gente, por lo general, habla bien, ¿por qué no redacta bien? Hay varios motivos: uno, porque el lenguaje oral y el lenguaje escrito son distintos (ese asunto lo trataremos más tarde, en Registro), y otro, porque, a la hora de pasar las ideas al papel, hay una especie de barrera psicológica que se pone a entorpecernos las cosas. Me he fijado, por ejemplo, que algunos amigos que me escriben cartas estupendas se ponen verdaderamente mediocres a la hora de narrar una historia. Su personalidad auténtica, destilada en sus cartas, se pierde o se desmorona cuando se trata de narrar.
¿Qué es lo que sucede? Bueno, aquí es donde entra en juego la mente: cuando hablamos o escribimos cosas íntimas a un conocido, nuestra mente está relajada y no se molesta en andar cuidando lo que vamos a decir. Como cuando cantamos en la regadera, seguros de la soledad de nuestro baño; ¿no lo hacemos estupendamente? Pero cuando escribimos algo que quién sabe a quién vaya dirigido (aunque, ya sospechamos pues ocurre con frecuencia, una buena parte de los destinatarios va a tener garras de fuera, y un hocico lleno de colmillos y glándulas productoras de veneno), inmediatamente nos ponemos tensos, y con la tensión entran los tropezones.
Todos tenemos una voz interior a la que escuchamos de vez en vez. Esa voz interior es la que nos dicta a la hora de escribir. Con la tensión, lo más probable es que salga tartamudeando. Por eso, lo mejor que podemos hacer para escribir es relajarnos y dejar que las cosas salgan solas. ¿Qué garantiza entonces que nuestra voz de escritor sea la mejor voz? Que esté bien educada, eso es todo. Para lograr esto, nada mejor que la lectura, ya lo habíamos dicho, pero cuando esto no basta, todavía nos queda un buen recurso: el aprendizaje de la gramática y el diccionario de sinónimos y antónimos. Veamos la utilidad de cada uno.
Desde el punto de vista lingüístico, la gramática no es una serie de reglas para enseñar a la gente cómo se debe hablar, sino una descripción de cómo habla la gente; y la gente, por lo general, habla bien. Cierto es que de pronto se aparecen detalles parecidos a reglas, como eso de que a un sustantivo no se le pueden cargar más de dos adjetivos; pero si lo pensamos bien, en realidad nadie, en su sano juicio, diría tres adjetivos seguidos en la misma frase (La blanca hermosa casa alta). Lo mismo que sucede con uno de los errores gramaticales de redacción más comunes, en el que, si me permiten, me voy a detener un poco: la confusión entre el objeto directo y el objeto indirecto.

La coherencia es una propiedad de los textos bien formados que permite concebirlos como entidades unitarias, de manera que las diversas ideas secundarias aportan información relevante para llegar a la idea principal, o tema, de forma que el lector pueda encontrar el significado global del texto. Así, del mismo modo que los diversos capítulos de un libro, que vistos por separado tienen significados unitarios, se relacionan entre sí, también las diversas secciones o párrafos se interrelacionan para formar capítulos, y las oraciones y frases para formar párrafos.

La cohesión es la propiedad que tiene un texto cuando su desarrollo lingüístico no presenta repeticiones innecesarias y no resulta confuso para el receptor. La cohesión es una característica de todo texto bien formado, consistente en que las diferentes frases están conectadas entre sí mediante diversos procedimientos lingüísticos que permiten que cada frase sea interpretada en relación con las demás.

La redacción es, sin duda, de lo primero que tenemos que ocuparnos. Es como los cimientos de todo lo demás: si esto falla, probablemente todo se irá abajo. Aunque muchos escritores jóvenes se empeñen en decir lo contrario. La redacción tiene que ver con casi todo: la claridad para comunicar nuestras ideas, la buena impresión que causará nuestro trabajo, los efectos artísticos que queramos crear en él. Si la manejamos bien tenemos ya resuelto el setenta por ciento de los problemas del escritor.
La redacción es algo que se supone hemos estado aprendiendo desde la escuela primaria: es expresarnos por escrito.
Una persona que haya sido desde la infancia un lector voraz, vicioso y observador, con seguridad tendrá una redacción impecable. Y un lector consuetudinario no tardará mucho en adquirir la clase de sensibilidad propia del buen redactor. El tipo de lectura no importa mucho, aunque yo preferiría que no se tratara de revistas o novelas. Mi recomendación es que se lea de todo un poquito (sin olvidarse de que nadie tiene la obligación de terminar un libro insufrible), y que, para afinar, se reserven todas las ganas para el tipo de literatura que uno desea escribir: por lo tanto, si uno quiere escribir ciencia ficción, que se ponga a leer ciencia ficción; si uno quiere hacer novela histórica, que se ponga a leer novela histórica, y así sucesivamente, acompañándose, claro está, de otras lecturas que puedan resultar útiles para lo que se planea.


Material escrito con fines instruccionales por:
Hurtado, E. (2007). Paráfrasis. Artículo no publica­do. Tinaquillo, estado Cojedes.

Estimados Participantes: deben leer el contenido y sacarlo como guía, ya que, se las pediré en la próxima clase 12 de junio de 2009, además se realizará un conversatorio y evaluación escrita; recuerden enviar comentarios.

FELIZ FIN DE SEMANA Y QUE DIOS LOS BENDIGA...

INFORMACIÓN

Los que faltaron por el taller de lenguaje, la lengua, etc, ir preparados la próxima semana para que realicen la evaluación, ya que, tenemos tiempo para entregar las notas.